FEZ Y LA MEDINA MÁS GRANDE DEL MUNDO
48 HORAS | Fez es la capital religiosa y cultural de Fez. A eso súmale una medina repleta de callejuelas medievales, donde el reparto del butano se hace en burro, las especias toman las calles y el arte se encuentra tras la puerta menos esperada. Y a solo hora y media de casa.
10:00 – LA PUERTA AZUL
Bab Boujloud o la puerta azul es el punto de inicio de todas las visitas a Fez. Es la puerta principal de entrada a la medina. La puerta está alicatada en azul en su parte exterior en homenaje al color de la ciudad, que es el azul, y en su parte interior de verde, en honor al Islam. Conforme te acercas a la puerta ves como esta hace de marco del “skyline” de la medina con sus minaretes. Cruzar esta puerta es viajar a un laberinto medieval.
Fes el Bali es el nombre de esta ciudad amurallada o medina clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981. Es la más grande de Fez, de Marruecos, y del mundo. Así que prepárate para callejearla… y para perderte. Solo debes estar atento al grito de “¡Ballak!”. Significa que viene una carreta o burro y debes apartarte. Muchas veces estos burros llevan hasta bombonas de butano. Toma la calle principal Talaa Kebira y recórrela con los 5 sentidos.
Después de haberte impactado por esas carnicerías donde exponen colgada la cabeza de un camello, o de pequeñas tiendas de coloridas artesanías, párate en la madraza o escuela religiosa islámica de el-Attarine. Actualmente ya no funciona como tal sino que está abierta al público. Dentro de la laberíntica medina, el patio porticado de la madraza da un respiro al visitante. La madera tallada y el estuco dotan de elegancia a este bello edificio.
12:30 LAS CURTIDURÍAS MÁS FOTOGRAFIADAS
La atracción más fotografiada de Fez probablemente sean sus curtidurías o “tanneries” de Chouwara. Y no es para menos. Llegar hasta ellas es un reto de laberintos en los que probablemente tengan que acompañarte (prepara una propina a cambio) y contemplarlas en pleno funcionamiento es retroceder varios siglos. Ver en pozas de colores cómo limpian y tiñen las pieles que después acaban en las tiendas de artesanía convertidas en carteras, zapatos o bolsos te ayudará a no querer regatear por todo.
13:30 – HAMBURGUESA DE CAMELLO
Es hora de comer. Un buen sitio para tener una primera aproximación a la comida marroquí es en el internacional y multicultural Clock Café (www.cafeclock.com). Un café con aire de casa cultural y en donde las exposiciones y los talleres de cocina, conciertos y cuentacuentos llenan su calendario de actividades. Tiene una acogedora terraza en su planta superior en donde comer falafel, humus, ensalada tabulé y, cómo no, su estrella: la hamburguesa de camello. ¡Deliciosa!
La vida fluye por las calles de la medina de Fez, y es difícil encontrar una plaza en la que contemplar esa vida pasar mientras te tomas un té. Las calles se estrechan conforme te adentras y es difícil encontrar un lugar con buenas vistas. Así que volvemos a la plaza de entrada junto a la Puerta Azul. El restaurant Le Kasbah (Bab Boujloud) tiene una terraza superior en la que disfrutar de los últimos rayos de sol entrando por la Puerta Azul.
Acabamos el día cenando y alojándonos en el Riad Eleganza Fes. Entrar en él, como sucede en casi todos los riads, es un deleite. Sorprende cómo una puerta en un insulso callejón conduce a un pequeño paraíso. Abdul te acogerá como si fueras de la familia en un entorno cuidado hasta el mínimo detalle. El patio interior con su piscina, los sillones, las amplias habitaciones con coloridas vidrieras, la comodísima cama… Y para cenar, un excelente tajín de pollo con ciruelas.
10:00 JARDINES JNAN SIBIL
Antes de adentrarnos en las callejuelas de Fes El Bali, optamos por oxigenarnos en los jardines de Jnan Sibil (Av. Moulay Hassan), a un paseo de la Puerta Azul. Los jardines son los más antiguos de Fez y es interesante darse un paseo por estos que antiguamente pertenecían al Palacio Real y que donó a la ciudad el sultán Moulay Hassan en el siglo XIX.
Si ayer recorrimos la calle grande, esta mañana tomamos Talaa Sghira (la calle pequeña) que discurre paralela a la anterior. Aunque no es tan pintoresca como la Kebira, esta calle conduce al Museo del Arte y la Artesanía de la Madera (plaza Nejjarine). Este impresionante edificio era una fonda en el siglo XVII y hoy en día, totalmente restaurado, acoge una exposición de objetos tradicionales de madera. En este caso el continente supera al contenido.
13:00 LA PLAZA DE LOS CALDEREROS
La plaza más conocida, y de las pocas que existen, dentro de la medina de Fez es la de Seffarine. La plaza de los caldereros está inundada de artesanos que trabajan el cobre a golpe de martillo. Teteras, bandejas y ollas van tomando forma ante tus ojos gracias a un oficio que está muy vivo y que nada tiene que ver con una atracción turística.
14:00 UN GUISO TÍPICO MARROQUÍ
La oferta gastronómica de Fez es inmensa, desde pequeños puestecillos en la calle a suntuosos restaurantes. El Restaurant Palais Tijani es un bonito restaurante de techos altos y artesonados con comida a precio de turista, aunque también vimos a bastantes clientes autóctonos. El tajín de kefta, un guiso de salsa de tomate con albóndigas y huevos es muy sabroso y rico. Junto con los pinchos y los diferentes tipos de tajines son los reyes de la carta. Un excelente sabor de boca para acabar nuestra escapada a Fez.