UNA DE NOVIAS AHOGADAS, MURALLAS Y ACUEDUCTOS
ESCAPADA | ¿Te pica la curiosidad? Nuestra escapada de este mes nos lleva a un lugar de leyenda con una pareja de enamorados ahogados en un paraje de Navajas y nos acerca a la Segorbe más monumental. Todo un viaje en el tiempo siguiendo el río Palancia.
Navajas es un pueblo con villas señoriales del siglo XVIII, cuando la burguesía valenciana eligió esta población para su veraneo. Pero lo que nos lleva a este pueblo del Alto Palancia no es su patrimonio arquitectónico sino el natural. Unos minutos de paseo desde el pueblo y atrás quedan las mansiones y el entramado urbano de herencia morisca. Te adentras en el corazón natural de Navajas.
En el Salto de la Novia la naturaleza es generosa, rica. La cascada del Brazal de 60 metros preside el paraje. La erosión de sus aguas ha formado caprichosas paredes, pulido las rocas redondeadas del curso del río y humedecido un entorno virándolo en verde. Y aquí es dónde llega el error más común: pensar que el Salto de la Novia es la caída de agua. Nada que ver. Como todos los lugares con nombres tan seductores, éste también tiene su leyenda.
Antiguamente las novias prometidas debían someterse a una extraña ceremonia: saltar de una roca a otra, en el margen opuesto, en donde se hallaba su futuro esposo. Estas rocas son las que están en la parte donde se estrecha el río, en el cauce. Si así lo conseguía, se preveía un matrimonio feliz. Y si no, ya os imaginaréis, que todo tipo de desgracias y penurias auguraban a tal pareja. Así que, normalmente, si la ceremonia resultaba fallida y la chica no alcanzaba la roca donde estaba su amado, los matrimonios no llegaban a celebrarse. Pero un día, una joven cayó y murió engullida por un remolino de agua. Y su novio, que intentó salvarla, corrió la misma suerte. Dicen que en las noches de luna llena el río murmulla un canto triste lamentando haber matado a aquellos novios que tanto se querían.
Y con este trágico suceso murió la costumbre y nació la leyenda. Algo inevitable en un paraje que, por su belleza, merecería una y mil leyendas como ésta.
CERCA DE ALLÍ… SEGORBE MONUMENTAL
Segorbe no necesita presentación. Cualquier momento es bueno para conocer su pasado romano, islámico y católico. Y qué mejor manera que ver su ubicación estratégica que subiendo hasta el cerro Sopeña. Es el que preside el pueblo. Desde lo alto tienes panorámicas de 360 grados sobre todo el valle. Una vez allí, solo debes bajar callejeando.
La romanización tuvo mucho impacto en esta comarca, pero lo más atractivo de Segorbe es posterior. De su época islámica (siglo XI) nos queda su acueducto que transportaba agua desde el manantial de la Esperanza, su muralla que aún se conserva en el paseo que desciende del cerro Sopeña o los dos arcos del antiguo portal del Argén.
Y para acabar, no olvides la arquitectura religiosa y eclesiástica. La Catedral-Basílica y su claustro, la iglesia de San Joaquín y Santa Ana o la Iglesia de San Pedro, completan esta visita por la Segorbe más monumental.
Calle Andernos 7. Segorbe (Castellón). Tel. 964 711 744. www.restauranteambigu.com
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DÓNDE DORMIR: HOTEL MASIA DURBÁ
Carretera Geldo-Castelnovo km 1. Castelnovo (Castellón). Tel. 964 764 419. www.masiadurba.com. Desde 80€ y 140€ (con jacuzzi).
Muy cerca del sudeste asiático pero pegado a la castellonense Sierra de Espadán. ¿Y cómo es eso? Cruzar el umbral del hotel Masia Durbá es viajar a Oriente. Desde un rickshaw de 1975 en un rincón, a… LEER MÁS