EDIMBURGO, LA ÉPICA CAPITAL ESCOCESA

 

PORTADA | Hay muchas maneras de llegar a Edimburgo pero hacerlo en tren es toparte, sin anestesia, con la ciudad más épica y bella de Escocia después de haber atravesado paisajes nevados (si lo haces en esta época) o intensamente verdes en verano.

DESDE LO ALTO | EL CASTILLO. Todos los días a la una de la tarde se produce un estruendo en la ciudad. Es el One o’clock Gun, un cañón que se dispara a la una en punto desde el Castillo y que antiguamente servía para que ajustaran sus relojes.

Empezando por la estación victoriana de Waverley que te dará la bienvenida situada entre la ciudad medieval y la nueva ciudad del siglo XVIII. La ciudad medieval la atraviesa la Royal Mile que comunica el Castillo con el Palacio de Holyroodhouse. A lo largo de sus 1.814 metros podrás hacerte una idea, entre el murmullo de las gaitas, de todo lo que tiene que ofrecer la capital escocesa.

Imponente sobre una colina al oeste de la ciudad, el castillo de Edimburgo es una atalaya desde la que divisar el cercano mar, cuya humedad ya habrás sentido en tus huesos, así como toda la ciudad. Un cañonazo desde lo alto nos avisa de que ya es la una de la tarde. Buena hora para bajar a la ciudad nueva y buscar cobijo, comida y cerveza en un antiguo banco. Como suena. The Standing Order es una antigua sede bancaria de 1874 reconvertida en pub en el que podrás comer junto a la caja fuerte original. Un buen sitio para guardar a buen recaudo los encantos de esta ciudad escocesa. Qué pena que no quepan. 
LA BANDA SONORA | LOS GAITEROS. A lo largo de la calle más famosa de Edimburgo podrás ver y escuchar el sonido de las gaitas. Y sí, aunque sea invierno, van con el famoso “kilt”.

LA CALLE MÁS FAMOSA | ROYAL MILE. Desde el castillo de Edimburgo nace la Royal Mile en la que se suceden el Parlamento, la zona de Canongate, la Catedral de St. Giles, The Hub- sede del famoso Festival de Edimburgo- y la explanada del castillo.

UNA TRANSFERENCIA… DE CERVEZA | THE STANDING ORDER. El nombre de este pub significa “transferencia periódica” así que se intuye que estás en un antigua sede bancaria nada más entrar. Si encima ves la caja fuerte, queda más que claro.

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