DESCUBRE OSLO TRAS LOS PASOS DE MUNCH

PORTADA | Cuando hablamos de Noruega es inevitable pensar en sus fiordos y paisajes naturales. ¿Y su capital: Oslo? ¿No tiene ningún atractivo? ¿Sabrías decir alguno? Pues los tiene. Y muchos. Allí podrás encontrar desde una ópera con forma de iceberg, a barrios con casas de madera del siglo XVIII, artistas de la talla de Edvard Munch que cumplen 150 años… ¿Necesitas más? Te ofrecemos diferentes propuestas para que vivas la capital de Noruega.

Detalle del edificio de la Ópera de Oslo (Noruega)

Oslo puede verse en pocos días dado que tiene un tamaño donde todo está a un paseo o una parada de tranvía que, por cierto, funciona a la perfección. Conseguir el Oslo Pass (www.visitoslo.com) puede ser una buena opción para ahorrarte un buen pico ya que, como imaginarás y habrás escuchado alguna vez, Noruega no es precisamente un país barato.

TÍPICAS CALLES NORUEGAS

Si empezamos a conocer Oslo por su cara más tradicional es inevitable ir hasta las calles de Damstredet y Telhusbakken. Allí, las casas de colores del siglo XVIII dan vida a un barrio en el que el silencio impera y donde nada te hace pensar que te encuentres en una capital. Pasear entre sus empinadas calles es una experiencia. Por cierto, si buscas silencio no te olvides darte una vuelta por el cementerio de Aereslunden, donde descansan artistas como el dramaturgo Ibsen o el pintor Munch.

La cara más tradicional de Oslo está en las calles de Damstredet y Telhusbakken
National Gallery donde se encuentran varias copias del famoso Grito.
National Gallery donde se encuentran varias copias del famoso Grito.

UN GRITO CON MUCHA HISTORIA

Este año toda la ciudad de Oslo está repleta de referencias al artista Edvard Munch. Se cumplen 150 años del nacimiento del creador del Grito. Ese cuadro (aunque en realidad existen 4 ejemplares y una litografía) que refleja la atormentada vida del pintor y que esconde una historia que fascina al visitante. La de su precio, ya que uno de los ejemplares fue subastado en 2012 por 120 millones de dólares, y la de sus dos robos, en 1994 y 2004.

 En la primera ocasión, cuentan que los ladrones se permitieron dejar una nota que rezaba “Gracias por la falta de seguridad”.  Tras 3 meses de investigaciones fueron detenidos los autores del robo así como devuelta la obra. En la segunda, una banda de hombres armados se llevaron a punta de pistola tanto un ejemplar de El Grito como de la Madonna. Dos años después, fueron recuperados en el maletero de un coche con daños de humedad irreparables y que se pueden observar en la parte inferior en el ejemplar del Grito que se expone en la Galería Nacional (www.nasjonalmuseet.no).

Ya que estás aquí, sigue hasta la calle principal de la capital Recorre la calle Karl Johan en busca del Grand Café (www.grand.no) y saborea un Menú Munch tal y como hacía el artista y todo el movimiento bohemio de la ciudad durante sus años en vida. Y, si sientes curiosidad, pregunta por la mesa donde se sentaba. Comprobarás que mal gusto no tenía, ya que este Grand Café merece por sí solo una visita.

 UN ICEBERG MUSICAL

Y si ya conocemos la cara más histórica de Oslo, veamos ahora su lado más moderno. La Ópera (www.operaen.no), en el puerto, tiene forma de témpano de hielo que ermerge del mar. Es impresionante sus suelos de mármol blanco de carrara en diferentes desniveles que te permiten subir hasta el mismísimo techo del edificio. Y si por fuera llama la atención, su corazón  circular de madera, no deja indiferente. Un dato para acabar, el escenario principal se encuentra a 16 metros por debajo del nivel del mar.

Si te has quedado con más ganas de Oslo visita la Península de Bygdoy, a 20 minutos en barco desde el puerto de Aker Brygge donde se encuentran los museos más originales de la ciudad: el museo del barco vikingo, el Norsk Folkemuseum donde encontrarás iglesias de madera y casas típicas de todos los puntos cardinales de Noruega, el museo del barco Fram que llevó a Amundsen a la conquista del Polo Sur, o el del Kon-tiki.

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