10 ESCAPADAS DE OTOÑO (CON NIÑOS O SIN ELLOS)

PORTADA | Y cuando menos te lo esperas ya está de nuevo el otoño entre nosotros. Esta semana que viene nos abrazará con fuerza. Una época que tiene la desgracia de venir después de las vacaciones, de los atardeceres estivales, de la playa, del calor… Pero ya estaba bien. Apetece una estación que invite a las escapadas, a descubrir el interior y que ayude a desterrar la filosofía del “sofá y manta” para el invierno. Estos 10 lugares de la Comunidad Valenciana son magníficos para sentir la estación de las hojas marrones. Y lo mejor, todas estas escapadas de otoño son ideales para hacerlas con niños (o sin ellos).

1.- LES COVETES DELS MOROS DE BOCAIRENT
Una de las excursiones más recomendables (y divertidas para niños y mayores) consiste en descubrir les Covetes dels Moros de Bocairent. A cuatro patas, agachado, reptando, pasando de una estancia a otra por un agujero en el que a duras penas cabe un cuerpo, asomarte a una ventana con vistas al barranco de la Fos… Y todo ello en el interior de una pared a más de 8 metros del suelo. Conocer su historia y palpar sus rincones es posible. Además se encuentra en un pueblo, como Bocairent, de los que uno no se cansa de visitar. Una y otra vez.

2.- LA TINENÇA DE BENIFASSÀ
La Tinença es una subcomarca dels Ports, al norte de Castellón, que está formada por 7 pueblecitos. Aquí se encuentra una de las densidades de población más bajas de Europa, así que no te extrañes si no te cruzas con nadie, tanto en los pueblos como por la carretera. Y una consecuencia de ello es que aquí descubrirás los paisajes más espectaculares de toda la Comunidad Valenciana. De flora, fauna y pueblos de ensueño. Con abruptos barrancos, bosques que cambian de color con las estaciones y que en otoño están realmente hermosos, arte románico, diminutos cementerios, buitres, águilas, cabras hispánicas, jabalíes… ¿Qué más se puede pedir? Excelentes excursiones a caballo.

3.- LOS SERRANOS, CERCA DE LAS ESTRELLAS
Es uno de los rincones más olvidados de la Comunidad Valenciana. Y no lo entendemos. Hay que visitarlo. Tan cerca de Cuenca y Teruel, pero enclavado dentro de la provincia de Valencia, están Alpuente y Aras de los Olmos. Alpuente ha sido históricamente un pueblo importante, dada su situación  estratégica entre los Reinos de Aragón y Castilla. Y Aras de los Olmos puede presumir de tener uno de los mejores lugares para observar las estrellas de la Comunidad Valenciana: el Centro Astronómico del Alto Turia que hay en su término y donde organizan actividades de observación. En pocos sitios estarás tan cerca de las estrellas.

4- TOSCANA VALENCIANA
Si en verano los girasoles y el verde de los viñedos te atraen al triángulo formado por Fontanars dels Alforins, Moixent y la Font de la Figuera, en esta época los ocres y tonalidades tierra de las caducas hojas de las cepas te invitarán a conocer esta tierra al sur de la provincia de Valencia. Además, dicho sea de paso, en otoño las temperaturas invitan a consumir el vino con mayor entusiasmo. Y aquí tienen más de 11 bodegas en las que perderte, como el Celler del Roure o Daniel Belda. Para los pequeños, una visita a la fortaleza ibérica de la Bastida de les Alcusses que les ayudará a entender como eran las antiguas “ciudades”.

5.- EL SALTO DE LA NOVIA DE NAVAJAS
Lo primero que te sorprenderá al llegar a Navajas es la gran cantidad de villas señoriales del siglo XVIII, cuando la burguesía valenciana eligió esta población para su veraneo. Y si destaca su patrimonio arquitectónico te encantará el natural. Unos minutos de paseo desde el pueblo y llegas al corazón natural de Navajas: al Salto de la Novia, una cascada que con sus 60 metros de caída te atrapará tanto como su historia.

6.- EL PENYAGOLOSA, TECHO DE CASTELLÓN
Es el pico más alto de la provincia de Castellón, y uno de los más emblemáticos de toda la Comunidad Valenciana. Si no lo has subido ya estás tardando, solo necesitas paciencia y un poco de resistencia, nada de técnica ni de conocimientos de escalada. Un largo sendero te lleva hasta la cima. Y si llegar a ella impresiona más lo hacen todos los paisajes que te encontrarás desde tu inicio en el ermitorio de Sant Joan de Penyagolosa.

7.- EL CASTILLO Y CASCO HISTÓRICO DE XÀTIVA
Cualquier época es buena para visitar esta ciudad, pero hemos de reconocer que el verano puede ahuyentar a los visitantes por sus altas temperaturas. El castillo debe ser una visita obligatoria. Sí o sí, pero no la única. Apunta: callejear por el casco antiguo de Xàtiva y deleitarte con el museo de L’Almodí donde hay expuestos lienzos de Ribera, grabados de Goya y el famoso retrato de Felipe V, colgado cabeza abajo por haber decretado el incendio y destrucción de la ciudad de Xàtiva. Y otro detalle: cocinan uno de los mejores arroces al horno del mundo.

8.- AHÍN, EN EL CORAZÓN DE LA SIERRA DE ESPADÁN
Tan cerca que no lo vemos. A poco más de una hora de Valencia se encuentra Ahín. Probablemente no te suene de nada, pero es un pueblo de 60 habitantes en el corazón de la Sierra de Espadán. Su aislamiento geográfico es su mejor conservante. Aquí nada ha cambiado. La abundante agua sigue presente en cada esquina del encalado pueblo. En un lavadero, en una fuente junto a la iglesia, en una caída junto a un antiguo molino harinero… Y sin abandonar el casco histórico. Si sales fuera te esperan varios senderos para conocer la rica Sierra de Espadán.

9.- VILAFAMÉS, SOBRE LA ROCA ROJA
Vilafamés es un pueblo encaramado a una montaña de rodeno que aparece en cada rincón. Una gran roca desafía en equilibrio a la calle principal que conduce al castillo. Tal es la belleza de este encantador pueblo del interior de Castellón que no extraña que acoja a artistas y a uno de los más reconocidos museos de arte contemporáneo de España. Sí, has leído bien. De España.

10.- EXCURSIÓN AL CENTRO DE LA TIERRA
Es muy probable que de pequeño fueras de excursión con el cole a visitar las famosas cuevas de Sant Josep en la castellonense Vall d’Uixó. Más difícil es que vuelvas y sientas lo mismo que recuerdas, pero aún así sucede. Estamos hablando del río subterráneo navegable más largo de Europa. Siempre es un buen momento para descubrirlo o redescubrirlo. Y si vas con niños, a ellos también les encantará.