EL MAR DE LA CARRASCA EN UN OCÉANO DE PINOS
DORMIR | Si un hotel tiene recepción, el Mar de la Carrasca no es un hotel. Pero calificarlo de “casa rural” puede que se quede corto. ¿Hotel rural? ¿Agroturismo? Ni el propio Alberto, que nos recibe comiéndose una manzana esperiega que sabe como las de antes, sabría definirlo. Lo que tiene claro es que este proyecto de vida hecho con sus manos y un buen gusto que a veces roza lo onírico (como sus bañeras abiertas a la naturaleza o en medio de un salón junto a la escalera) va tomando forma.
El boceto que dibujó inspirado por sus viajes, como artista que es, se ha convertido en dos masías. La principal cuenta con dos habitaciones dobles pero muchas otras estancias que se pueden habilitar para realizar actividades grupales, como yoga (que aquí mismo se imparte), y dormir hasta 12 personas; y un apartamento con cocina incorporada para dos personas llamado el Barco. Un barco que parece flotar en el mar de pinos que cubre todo el horizonte.
El fuego de las chimeneas nos sigue en el recorrido por las masías. Desde sus terrazas se respira la alfombra verde de un paisaje inhabitado, único, que el Mar de la Carrasca quiere preservar con su sostenibilidad energética, su huerto y cocina ecológica. Sin dudarlo, un “lugar” en comunión con la naturaleza más pura.
MAR DE LA CARRASCA | Km 15 de la carretera de Villahermosa del Río (Castellón) a Puertomingalvo (Teruel). Tel. 600 603 997. www.mardelacarrasca.org. Desde 95€ habitación doble y 200€ / fin de semana (el Barco).