NI EL TERRORISMO LE FRENA EN SU VUELTA AL MUNDO EN BICI
EL VIAJERO | Javier Colorado es un apasionado de la vida, del deporte y de la aventura. Con 28 años y dos títulos universitarios decidió dar la vuelta al mundo en bicicleta y en solitario. ¿Su objetivo? Hacerlo en 2 años, cumplir con un total de 55.000 km y visitar 45 países. Partió en octubre de 2013 y, ya en el ecuador de su aventura, nos cuenta sus aventuras y cómo vivió dos atentados en pocas horas en Pakistán.
-¿Se necesita una forma física especial para dar la vuelta al mundo en bici?
La forma física es fundamental pero la que es más importante es la fortaleza mental, de forma habitual y diaria le tienes que sonreír a la vida pese a los problemas y además debes levantarte para seguir pedaleando. Es duro el día a día pero cuando lo ves con perspectiva los pequeños esfuerzo finalmente dan una gran satisfacción.
¿Cuántos kilómetros sueles hacer al día?
El objetivo es hacer una media de 120 Km diarios, muchos días hago más pero luego entre 7 y 10 días hago alguna jornada de descanso para recopilar información y trabajar con el ordenador.
-¿Y con qué presupuesto cuentas?
El presupuesto como comprenderás para alguien que hace más de 130 km diarios se suele ir en agua y comida. Suelo dormir acampando o en casas de seguidores. Pero mi presupuesto diario es de 10€ al día. Luego a parte vienen los seguros médicos, el mantenimiento de la bicicleta, los vuelos y barcos que debo tomar en el camino.
-¿Qué papel o ayuda está suponiendo las redes sociales y nuevas tecnologías en tu viaje?
Sinceramente el papel es fundamental, es la forma de dar a conocer un proyecto como el mío y hacerlo cercano a todo el mundo. Gracias a esos medios puedo contar cada día lo que hago e interactuar con el mundo, alojarme en casas de seguidores o amigos de seguidores y hasta pedir colaboración económica para poder continuar con el viaje pese a no tener un sponsor que se implique económicamente en ello.
-Visto cómo responden tus followers o seguidores de las redes sociales, ¿podemos decir que te has encontrado a mucha más gente buena que mala en todos estos países?
No hay ninguna duda que lo que te encuentras es gente buena, de forma habitual estoy en contacto con muchos seguidres a los cuales no conozco en persona, recibo siempre sus mensajes de apoyo y la verdad que se hace muy grato saber que tienes a gente anónima detrás de ti. Muchos días en la soledad y habiendo pasado alguna que otra penuria siempre tienes a alguien anónimo que te saca una sonrisa o te manda su energía con palabras de aliento.
-Casi has llegado al ecuador de esta vuelta al mundo. ¿Con qué imagen y país te quedas de todos los que has vivido?
Sería muy egoísta por mi parte quedarme con algo o alguna imagen, la verdad que no podría mencionarte uno en especial. Para mi lo más bonito que he vivido en estos 11 meses es la hospitalidad del mundo en general, desde los turcos que salían a meterme en sus casas cuando me veían acampar en sus jardines a 10 grados bajo cero, hasta los infinitos mensajes que recibo de forma diaria de gente de todo el mundo ofreciéndome su hogar para compartir con ellos, con amigos o con familiares. Sin duda lo que me llevo de estos 11 meses es el calor del mundo.
-El enero pasado lamentablemente fuiste noticia por un hecho que a nadie le gustaría vivir: un atentado en Pakistán. ¿Cómo viviste este atentado?
Pues la verdad no fue uno sino dos atentados los que viví en pocas horas. Por contratiempos en las duras etapas llevadas a cabo en el desierto iraní, no llegué a tiempo de coger uno de los dos trenes que salen mensualmente de la ciudad de Zahedan con destino a Quetta. Mi visado estaba a dos días de expirar y tomé la decisión de cruzar la frontera terrestre para subirme en un autobús en la ciudad fronteriza de Taftan. En todo momento fui consciente de las complicaciones que entrañaba el paso por el territorio, pero en el ejercicio de mi libertad, estaba dispuesto a afrontarlas sin ayuda y por mis medios. Una vez en Taftan seguí las indicaciones que el ejercito pakistaní me dio y viajé en los convoyes y con la escolta que otorgan a todos los viajeros que transitan esa zona, gran cantidad de viajeros pasan por esa zona del país. En todo momento fui consciente de los peligros y seguí las recomendaciones del ejercito, con la finalidad de minimizar los riesgos que mi viaje implica.
Javier Colorado grabó tanto la explosión de un autobús a pocos metros de él como el lanzamiento de una granada contra su vehículo.
En este reto estoy conociendo a mucha gente bondadosa, hospitalaria, generosa e interesante. Solo recordar que el deporte une culturas, traspasa barreras, y hace el mundo más «pequeño» y cercano de lo que las fronteras artificiales nos hacen creer.
-Y decidiste no abandonar después de todo lo que te había pasado. ¿Por qué?
Por supuesto que decidí no abandonar, estaba cumpliendo un reto para el cual me he preparado durante mucho tiempo, el esfuerzo físico y mental diario no podía quedar tirado por los suelos por culpa de la violencia en el mundo y el terrorismo. Gracias a continuar he podido explicar y denunciar en infinidad de ocasiones, las atrocidades y el terror al que se somete a la población en Baluchistan. Allí murieron delante de mis narices personas inocente que de forma habitual los días anteriores se cruzaban conmigo en los convoyes militares en todos los puestos de avituallamiento. Una verdadera pena lo que sufrí allí y en otros miles de lugares del mundo donde las guerras y las armas no son erradicadas y occidente simplemente mira esos conflictos sin intentar poner remedio.
Mi familia me apoyaba, saben lo cabezota que soy y que no me iba a dar por vencido tan fácilmente.
-¿Has pensado en la vuelta, cómo llevarás tu “reinserción” en la vida rutinaria?
No me da tiempo a pensar en la vuelta, la locura diaria y el tragarme kilómetros día a día ahora son mi única preocupación. La verdad que no le veo mayor problema a reincorporarme a la vida en Madrid, ya que mi vida desde que salí el pasado mes de octubre consiste en levantarme pronto para preparar todo y salir a pedalear, al llegar a los lugares donde descanso ponerme a almacenar documentación para poder compartirla en las redes esa es mi rutina diaria. Lo que pasa que cada día en un sitio diferente. Creo que cuando llegue a España también tendré ganas de encontrarme con la rutina, al final la vida es tener la capacidad para adaptarte a esas diferentes situaciones que se te presentan en cada momento.
-¿Tienes algún proyecto en mente?
Buff.. Sinceramente no. El proyecto de momento es seguir pedaleando y seguir con esta rutina diaria que tengo, es un no parar, entre pedalear, buscar donde dormir, contestar correos, mails, entrevistas, escribir, fotografiar, cargar equipos, reparar pinchazos, ahora mismo esto es lo que me ocupa el tiempo y lo que venga cuando llegue a España será de aquí a un año. Pero por supuesto mi idea es buscar trabajo y trabajar. Quien sabe si sea algo relacionado con lo que he estudiado o algo que no tengo una idea preconcebida.
Puedes colaborar económicamente en la aventura de Javier Colorado a través de su web, por medio de un crowfunding en Indiegogo, o alojándolo en tu casa en las diferentes ciudades que tiene en su camino y que puedes ver en su web. Si queréis ver el diario de viaje de Javier Colorado con sus días en Pakistán pinchad aquí.