LA IBIZA DONDE SE PONE EL SOL
PORTADA | ¿Ibiza en verano? ¿Estás seguro? ¿No habrá demasiada gente? Seguro que si te has planteado ir a la Pitiusa Mayor en época estival te habrán bombardeado con preguntas de este tipo. Y no es para menos. Tus vacaciones pueden convertirse en un infierno si vas buscando tranquilidad. Pero existe una Ibiza menos masificada, que invita más a vivir el día que la noche, donde las aguas cristalinas de sus calas es el mayor atractivo y en la que la caída del sol marca el final del día y no el principio. Es la Ibiza donde se pone el sol.
Tanto si se llega por mar, como por aire, el objetivo no es otro que dirigirte al Oeste de la Isla, hacia la población de Sant Josep de Talaia por la PM-803. La parte donde disfrutarás de las mejores puestas de sol sin necesidad de estar apiñado junto a cientos de personas en lugares conocidos (demasiado) como el Café del Mar o el Kumharas en la Bahía de Sant Antoni.
CALA MOLÍ
Rodeada de pinos, con arena que se entremezcla con pequeñas piedras en la orilla, Cala Molí destaca por su tranquilidad. Uno de sus atractivos: una piscina natural a la derecha donde podrás acceder desde la rampa de un pequeño embarcadero. Allí podrás refrescarte sin necesidad de tener que padecer las olas, ya que está más resguardada del mar abierto.
DÓNDE COMER: En la misma cala encontrarás un restaurante con piscina propia. Perfecta por si el mar está movido o si ese día hay más medusas de las deseadas. El arroz a banda está bueno pero hay que tener en cuenta que está cocinado con caldo de pescado y verduras.
CÓMO LLEGAR: Sant Josep, a donde llegarás en 20 minutos desde el puerto de Ibiza, puede ser una buena base para moverte por la zona. Continuando la PM-803 hacia Sant Antoni, verás un desvío a la izquierda que te llevará a la mayoría de playas. Cala Molí está a 7 km., unos 10 minutos en coche para llegar a una cala que encontrarás casi desierta.
CALA CARBÓ
Esta resguardada cala por abruptas paredes de roca no tiene más de 50 metros de larga y quizás por su reducido tamaño tiene tanto encanto. La arena gruesa se llena de guijarros en su orilla. En su contra sólo decir que las sombrillas y hamacas tapizan prácticamente toda la playa.
DÓNDE COMER: Hay varios chiringuitos donde probar el famoso “guisat de peix” (guisado de pescado) como el Balneario Cala Carbó o Can Vicent.
CÓMO LLEGAR: Desde Sant Josep sigue la PM-803 hacia Sant Antoni y coge el desvío a la izquierda . Cala Carbó está a 9 km.
CALA JONDAL
Es una de las preferidas por los yates, ya que los acantilados que la rodean la convierten en un auténtico refugio del mar abierto. Eso sí, no te esperes una cala con encanto ni de fácil acceso al baño. La playa está formada por grandes cantos rodados que dificultan la entrada al mar, sobre todo cuando hay un poco de marea y las olas rompen con fuerza. Afortunadamente en la parte derecha de la amplia línea de costa verás un pequeño tramo de arena con una pasarela que ayuda a acceder al agua.
DÓNDE COMER: La variedad de restaurantes te llevará desde el exclusivo Blue Marlin, al Yemanja, o Es Savina. En este último tienes una amplia carta para comer, bien de mantel o bien picar algo rápido como una hamburguesa, a precios más asequibles.
CÓMO LLEGAR: A mitad camino entre Ibiza y Sant Josep, por la PM-803, encontrarás el desvío que lleva hasta Cala Jondal. A 15 minutos en coche aproximadamente.
CALA COMTE
Sin duda, la mejor de esta parte de la isla. Cala Comte (conocida como Cala Conta) tiene una fina y brillante arena que contrasta con las turquesas aguas de diferentes tonalidades que la envuelven. La peculiaridad de esta cala es que en vez de tener forma de bahía, como todas las calas, parece más un cabo, una lengua de arena que se adentra en el Mediterráneo, apuntando hacia la Illa des Bosc y formando pequeñas calas, unas junto a otras y de fácil acceso.
DÓNDE COMER: El Sunset Ashram es el que está mejor situado y donde podrás degustar platos variados. Desde tentempiés a cosas más elaboradas. Sus ensaladas son un buen acompañamiento para un día de playa.