LA AVENTURA AFRICANA DE MOGAMBO

EL VIAJERO | Hace 4 años que Iria y Patxi decidieron vivir su propia aventura africana: abrieron la agencia de viajes Mogambo en Uganda. Pero, ¿cómo llegaron hasta allí? Patxi era delineante proyectista e ingeniero técnico industrial de carrera. Por su parte, Iria era enfermera. ¿Qué tiene África que engancha? ¿Qué nos recomienda? De todo ello y mucho más nos habla Iria.

iria y patxi con rinoceronte blanco en ziwa 2

-La primera pregunta inevitable, ¿qué se os ha perdido en Uganda?

Lo de Patxi fue un cambio radical cuando decidió dejar su trabajo y dedicarse a hacer de guía. La falta de ilusión por el rutinario día a día de oficina y fábrica ayudó mucho, la verdad. Siendo ya viajero, primero comenzó como guía acompañante en India, Nepal y Vietnam, compaginando con su anterior trabajo. No sabe si él eligió a África o si África le eligió al él, el caso es que después de unos cuantos envíos de currículums a diferentes agencias, apareció la oportunidad en el continente negro, por el que ya había viajado. Ese fue el empujón definitivo para pedir la excedencia. Y cuando ya trabajaba en esa agencia española entre Kenia, Tanzania, Uganda y Ruanda, nos conocimos, cuando yo fui una pasajera a uno de esos viajes. Una vez juntos como pareja, tuvimos la ilusión de continuar nuestra “aventura africana” y creamos la agencia de viajes en Uganda. 

-¿Qué os enamoró del lugar?

 En primer lugar somos unos apasionados de la fauna en general y África negra destaca por eso: naturaleza en estado puro, vida salvaje, vegetación exuberante, además de su historia, el origen de la Humanidad, etc. Al tener una experiencia en otros países de África del Este, vimos Uganda como un gran destino turístico, también por estar menos masificado que otros países de la zona, la perla de África para algunos, con gorilas de montaña entre sus fronteras, la fuente del Nilo, además del recibimiento que encontramos entre sus habitantes. Y no estamos lejos de otros países que también destacan en este sentido, como Tanzania, con los mundialmente famosos Serengueti y Ngorongoro o de Kenia, con la reserva de Masai Mara, etc. que también solemos visitar.

-¿Tardasteis mucho en tomar la decisión?

No, la verdad, aunque fue madurando poco a poco. Sí que supuso un gran cambio, pero nos parecía como una continuación de nuestra aventura africana, seguiríamos haciendo prácticamente lo mismo, aunque en lugar de hacerlo para terceras personas como hacía Patxi, lo haríamos para nosotros. También es verdad que la situación es diferente, las responsabilidades son otras, el volumen de trabajo es distinto, pero la ilusión también aumentó en la misma proporción, o más.

 -¿Recuerdas cómo fue el momento?

Todo empezó entre bromas, tomando una cerveza, algo que piensas ¿y si lo hacemos por nuestra cuenta? Las bromas empezaron a dejar de serlo tanto y tomaron forma. Además de la ilusión también había una inquietud por crear algo nuestro y algo diferente, las ideas fluían por sí solas en la cabeza, teníamos que informarnos. Casualmente nos llegó el contacto de unos abogados que colaboraban con otro bufete en Uganda. Era otro empujón más.

 -¿Qué pensaron y os dijeron vuestras familias?

Para Patxi el cambio ya estaba hecho con antelación, en su primera decisión de dejar su anterior trabajo. En aquel momento, su madre ya había fallecido, pero su padre aún llegó a vivir ese cambio. Con la excedencia aún había una posibilidad que su hijo volviera a su vida anterior, “cuando dejes esa locura africana tuya ya volverás a tu trabajo estable…” le decía. No llegó a vivir el cambio definitivo, cuando la excedencia expiró y el regreso al anterior empleo no llegó, su padre ya había fallecido también. Pasar de ahí a Mogambo no fue tan difícil.

Iria acariciando un león zimbabwe

Y para mí no fue tan difícil, teniendo en cuenta que tampoco he dejado mi vida anterior, ya que tengo las ventajas, e inconvenientes, de dedicarme a las dos actividades que más me gustan, la enfermería y África. Mi familia me ha apoyado desde el principio y tampoco han dejado de verme habitualmente.

 -¿A qué tipo de producto turístico se dedica vuestra agencia?

 Cuando pensamos en desmarcarnos de otras agencias fue también porque queríamos ofrecer algo diferente. En África abundan las ofertas para viajes en camión, compartiendo con grupos de 20 personas. Además la tendencia está siendo ofrecer viajes de lujo y las acampadas junto a la hoguera, que se venían haciendo desde hace mucho tiempo, son cada vez menos. Nuestra oferta es para grupos pequeños con exclusividad y flexibilidad, alternando las acampadas en los parques nacionales, para sentir la Naturaleza, con alojamientos fuera de los parques. Buscamos otros enamorados de este tipo de viajes de “aventura” (así, entre comillas, porque realmente el tiempo de los viajes de aquellos grandes exploradores ya pasaron), que quieran sentir lo que nosotros sentimos cuando escuchamos un león rugir en la sabana, mientras disfrutamos de historias al abrigo de una hoguera.

 -Como expertos en Uganda, ¿qué viaje recomendaríais para aquellos viajeros que están pensando en ir a África pero son completamente vírgenes en este continente?

Hay muchas opciones, pero lo que la mayor parte de los viajeros primerizos en África negra hace y, al mismo tiempo, lo más aconsejable es buscar un viaje, safari en swajili, por la sabana en busca de la fauna más característica del continente. Los más buscados son los famosos “cinco grandes”, elefante, rinoceronte, búfalo, león y leopardo, aunque casi nunca se completa su avistamiento. Eso se puede conseguir visitando los famosos parques tanzanos y keniatas. Pero si al mismo tiempo existe la posibilidad de ver a los grandes primates (gorilas de montaña y chimpancés), en Uganda se presentan ambas opciones. Si también se incluyen unos días de relax en alguna de las islas del índico (Zanzíbar, principalmente), el viaje queda muy completo. Todo depende de la disponibilidad de tiempo y del presupuesto.

patxi en el coche mogambo

 -Da la sensación de que los viajes organizados por África son para gente con recursos…

 Lo primero que hay que decir es que los viajes a África negra no son baratos, no es una sensación, es una realidad, solo hay que mirar cómo está el precio del combustible, en algunos lugares a nivel europeo. Las distancias son grandes y las carreteras o caminos no están en muy buen estado, con lo que los vehículos sufren mucho, lo que incrementa sus gastos de mantenimiento y por ende sus costes de alquiler. Además los gobiernos respectivos tienen una política de aumentar los ingresos por el turismo, especialmente a los extranjeros blanco, como si quisieran resarcirse de la explotación que sufrieron durante la época colonial. Por eso las actividades no son baratas. Baste indicar que el precio para compartir una hora con los gorilas son 750 $ en Ruanda y 600 $ en Uganda. Cualquier entrada a parques supone entre 40 y 90 $ diarios, aparte de los gastos de acampada o alojamiento, etc. Si a esto le añadimos desplazamientos en avioneta para “ver más cosas en menos tiempo”, nos encontramos con esos viajes para gente con recursos.

-¿Es posible viajar de manera más económica?

Un viaje barato sería el que realizáramos por nuestra cuenta para desplazarnos en transportes públicos, dormir en alojamientos locales, comer sus comidas y no visitar ningún parque nacional. Algo así como lo que hizo Paul Theroux y que relató en su “Safari de la estrella negra”. Cualquier otra cosa que se salga de esto, supondrá un presupuesto de un mínimo de 200€ al día, con lo que, para recortar gastos, una opción es reducir los días de estancia. Un viaje de unos 10 días puede dar mucho de sí para visitar alguno de los lugares más emblemáticos del continente.

-Si montar cualquier negocio es difícil en España, supongo que en Uganda, unido al hecho de ser extranjero, fue aún más difícil si cabe.

Realmente no podemos comparar, ya que nunca hemos montado un negocio en España (todavía), pero por lo que nos cuentan no creemos que sea menos complicado que hacerlo en Uganda. Por una parte el gobierno ugandés sí que está abierto a las inversiones extranjeras y con ello a la creación de puestos de trabajo; por otra las ayudas para realizar esto son mínimas. Pero siguiendo los pasos legales y abonando los costes necesarios, en unos tres meses nació Mogambo. Sí que es verdad que en algunos momentos los frenos burocráticos parecen no tener fin, pero en África, no se sabe cómo, siempre aparece una luz al final del túnel y de nuevo se abren las puertas para continuar el proceso. Siempre pole pole, vamos que sin prisa.

-Haciendo balance de los años que lleváis embarcados en esta aventura. ¿Qué es lo mejor y peor que recordáis?

Enlazando con la respuesta anterior, de lo peor son esos momentos en que parece que tus problemas no parecen tener fin, cuando los documentos que necesitas no llegan, los gastos se van acumulando y tu empresa parece que pende de un hilo para sostenerse. Si a eso le sumas que tienes un grupo de pasajeros esperando, que la avería del vehículo que parecía subsanada, aparece otra vez y encima no tienes cobertura, o batería, o nada de nada… Pero, como decíamos antes, en un momento se abre la luz, y lo que parecía irresoluble al acostarte, por la mañana tiene solución y vuelves a sentir esa pasión, esa ilusión por estar donde estás, haciendo lo que más te gusta, sintiendo el aire de la sabana en tu cara. Pero eso no es lo mejor; lo mejor es cuando ves a alguien que ha decidido viajar contigo  dejándose llevar por las sensaciones que tú sientes y al final del viaje te dice que ha sido el viaje de su vida y que te agradece todos los esfuerzos que has realizado para que así sea. Eso no tiene precio. 

-¿Uganda es vuestro destino final o pensáis seguir viajando o volver a España?

La respuesta fácil es decir que nunca sabes dónde está tu destino final. No nos gusta hacer planes a largo plazo, pero nuestro destino inmediato y nuestra ilusión es mantener lo que hemos creado y que nos siga dando satisfacciones. Tampoco perdemos de vista a España, porque allí tenemos nuestro origen, familia y amigos, pero seguramente en nuestro destino final, Uganda y África no estarán lejos.

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