ESTOCOLMO, UN PUZZLE SOBRE EL AGUA
PORTADA | Definir a la capital sueca como una de las ciudades del diseño, poblada por rubios altos y donde podrás degustar albóndigas de reno en un entorno sacado de un catálogo de Ikea no sería mentir, pero sí omitir parte de la descripción de esta capital escandinava. Como el aire multicultural que se respira debido a la alta tasa de inmigración, la presencia de jardines verdes en cada esquina, de bosques a un tiro de piedra y de agua envolviéndolo todo y dotando a Estocolmo de una luz especial. Esta semana visitaremos sus principales barrios. Hoy nos paseamos por su Ciudad Vieja: Gamla Stan.
Estocolmo no es una ciudad al uso. Es más bien un puzzle formado por 14 islas que, unidas por 57 puentes, hacen que a veces no sea muy fácil orientarte pero que localices claramente los barrios más significativos. Aquellos en los que pasar una semana, si así lo decides, ya que atractivos no le falta a la capital sueca.
El transporte público, sobre todo el tunnelbana (como llaman aquí al metro), hacen que cualquier rincón de la ciudad sea accesible en pocos minutos. Y para movernos tomaremos siempre como centro de operaciones la Estación Central ubicada al lado de un centro artístico llamado Kulturhuset y de las arterias comerciales principales, donde encontrarás más souvenirs y franquicias de multinacionales que diseño made in Sweden.
PASEANDO POR LA CIUDAD VIEJA DE ESTOCOLMO
A pocos minutos caminando de esa Estación Central se encuentra el corazón de Estocolmo, la Ciudad Vieja: la isla de Gamla Stan. El adoquín tapiza cada una de las calles laberínticas donde no verás un solo vehículo a motor. Västerlangattan es la calle principal. En ella encontrarás todo tipo de locales turísticos y restaurantes. Pero si decides perderte, es probable que encuentres muchos rincones con encanto sin estar atestados de turistas. Ten en cuenta que Estocolmo es uno de los principales atractivos de los cruceros que navegan el Báltico y el puerto donde atracan las hordas de cruceristas está muy cerca de Gamla Stan.
El Kungliga Slottet (Palacio Real) es de visita obligada, aunque no sea nada del otro mundo. Merece más la pena visitar a continuación el Livrustkammaren (www.livrustkammaren.se), en los sótanos del palacio donde encontrarás una colección de recuerdos con mucha historia sueca. Desde carruajes que se utilizaron para las coronaciones reales hasta el disfraz que llevaba el rey Gustav III cuando lo asesinaron en un baile de disfraces.
Aunque lo mejor es recorrer sin rumbo sus callejuelas, no debes perderte Stortorget. Es la plaza más antigua de Estocolmo y con sus coloridos edificios que descansan unos sobre otros no sabrás hacia donde enfocar tu cámara.